Por tercer año consecutivo, la Oficina del Adulto Mayor de Chiguayante organizó un viaje en “El Tren del Recuerdo”. 250 hombres y mujeres llenaron el Biotrén reservado exclusivamente para ellos y en dos horas de viaje recordaron antiguas vivencias de los traslados en tren, como la perforación de sus boletos y una abundante colación de huevos duros, pan con pollo y mate.
“Esto lo hacemos para que ellos puedan gozar la vida, contarnos sobre sus momentos de niños y jóvenes, cómo se vincula el Chile que les tocó con el Chile de hoy y eso lo logramos con este tipo de actividades que son tan renovadoras para ellos”, manifestó el alcalde de Chiguayante, Antonio Rivas, quien acompañó a los adultos mayores en el tren.
Luis Guzmán se desempeñó durante años como conductor de trenes. Ahora como miembro de un club de adultos mayores quiso sorprender a sus compañeros vistiéndose como tal y simulando la revisión de los pasajes. “Fue entretenido, porque a varias pasajeras que yo les corté la tarjeta ahora, les había cortado el boleto el año 71’ o 72’ para Dichato, Temuco o Angol”, contó.
“Antes era mucho más folclórico viajar en el tren, porque vendían bebidas, sándwich de pollo con hueso, pero ahora todo es más moderno, la gente trae su merienda y no hay vendedores en el tren”, expresó Ecelina Soto, una de las pasajeras.
Para conmemorar aquellos imborrables momentos, algunos de los participantes del viaje llevaron su propia colación. “Nosotros trajimos el pollito, huevito duro y mate para revivir algunos recuerdos”, aseguró Margarita Soto.
Una vez que el masivo grupo arribó a la estación de Laja, los 250 adultos mayores fueron trasladados en buses hasta un balneario cercano, donde pudieron disfrutar de una jornada de esparcimiento, para regresar a sus hogares en el tren de las 18:20 horas.