Brochas, pinceles, rodillos y pinturas se conjugaron de manera perfecta en la segunda versión del Festival Mixer de Chiguayante. Fue el resultado del arte y la creatividad de más de dos centenares de grafiteros de todo el mundo que, durante tres días consecutivos, llenaron de vida y color las calles de la comuna.
Llegaron desde Arica a Punta Arenas e, incluso, visitas desde Dinamarca y Brasil. Amantes del arte callejero inspiraron sus graffitis y murales en profundos mensajes para la comunidad en la que se insertaron. “Es súper importante que el barrio tenga su propia cultura y que se exprese, que se puedan transmitir mensajes importantes de toma de conciencia, sobre todo para la comunidad”, expresó Carmen Solís, una de las jóvenes grafiteras.
El Liceo B-37 fue facilitado por el municipio como albergue para los artistas que llegaron de otras ciudades. Se convirtió, además, junto a los colegios Balmaceda Saavedra, Bélgica y González Videla, en el escenario ideal para el trabajo de los jóvenes artistas que, movilizados por el colectivo Artehaga, lograron romper esquemas y prejuicios sobre el arte del hip hop.
“Muchos de estos artistas están asociados a una vida sin ley y eso no es así. Aquí en realidad vemos que hay toda una disciplina y un desarrollo personal que, además, contribuye a darle una sintonía y cosmovisión a lo que es el post modernismo y, por lo mismo, estamos comprometidos con los jóvenes en este arte que ellos expresan”, aseguró el alcalde de la comuna, Antonio Rivas.
“Se trata de un gran evento para todos nosotros, mucha gente simpática, todos han sido amables y, hasta ahora, se han realizado una gran cantidad de buenas pinturas. Yo tuve la oportunidad de conocer acerca de Mixer a través de un amigo en Valdivia y él me presentó con su club, así que me quedé con ellos en Temuco y luego vinimos a Concepción”, contó un joven artista de Dinamarca, quien se presentó como Name One.
Los vecinos observaron atentos los murales y agradecieron el trabajo de los jóvenes, destacando la belleza de sus pinturas. “Es precioso, ojalá que duren porque están espectaculares. Se ve muy bonito y le cambia el estilo a la población, se ve más brillante”, dijo José Cisterna, vecino del Leonera.
Los tres días de festival culminaron con una tocata de hip hop en la última sede en ser intervenida, el colegio Balmaceda Saavedra de Leonera. Ahí también los participantes de esta segunda versión del exitoso encuentro recibieron un reconocimiento de parte del municipio, a través de la Oficina de Jóvenes.