La Escuela de Verano que se realiza cada año en la Granja Educativa de Chiguayante entrega educación y esparcimiento a los alumnos de colegios municipales que, en general, pertenecen a los sectores más vulnerables de la comuna y que, por consiguiente, no tienen recursos para salir de vacaciones o tomar clases de natación.
Sin embargo, este 2016 las puertas de la granja estarán abiertas para todos los niños de la comuna, según comentó el director de Educación Municipal (Daem), Hugo Olave. “En un principio era un beneficio para los alumnos de escuelas municipales, pero el alcalde lo quiso hacer extensivo a todos los niños de la comunidad educativa entre los 5 y 15 años”, aseguró.
Lo único que se solicita a las familias de pequeños que no pertenecen a colegios municipales, es un aporte en alimento para animales, a modo de inscripción, el que puede ser un kilo de avena, comida para pollos o verduras, ya que en el recinto habitan una gran cantidad de animales, entre los que destacan chanchos, corderos, chivos, patos, pavos, gansos, gallinas y conejos.
Carolina Burgos fue una de las apoderadas de un colegio particular subvencionado que llevó a sus dos hijos a clases de natación. “Nos interesaba natación, pero al final se integraron en todo. En vez de estar en la casa es una forma de que acorten la mañana, que compartan con otros niños, les ha servido un montón”, expresó, añadiendo que el aporte solicitado es mínimo en comparación a lo que normalmente cobran en otros sectores por las mismas actividades.
Carlos Valenzuela, de 13 años, tuvo la oportunidad de lanzarse en canopy por primera vez. “Es divertido porque hay que ponerse los equipos para tirarse e ir frenando con las manos. Es una experiencia bien buena para todos los niños que quieran venir”, dijo.
Esta temporada se contempló, además, la participación de los padres y apoderados con clases de natación y zumba, pensando en su entretención mientras los niños participan de los diversos talleres y actividades.