Cientos de adultos mayores, acompañados de sus familias, hicieron un viaje al pasado ferroviario de nuestra zona. El tren del tiempo los llevó desde Chiguayante a San Rosendo en un viaje lleno de historia, que incluyó vestimenta tradicional de los maquinistas, venta de café, dulces y bebidas en los carros y actividades tradicionales que rememoraron lo que eran los viajes en tren de antaño.
Publicado: 2014-02-11 19:09:01
Es así como el recuerdo fue lo
que más emocionó a los asistentes, como Graciela Flores, adulta mayor que
califico el viaje como “maravilloso, es una actividad preciosa. Que tomen en
cuenta a los adultos mayores es maravilloso, con actividades que a nosotros nos
gustan, se agradece mucho” y contó que cuando joven “yo viajaba entren desde
nacimiento era tal como ahora, tan hermoso, relajante, todo tan bonito” comentó
emocionada.
Así también lo revivió Luis
Guzmán Soto, trabajador de ferrocarriles del Estado entre el año 1961 y 1975,
quien vestido con su antiguo uniforme se subió a este tren del tiempo y volvió
a conducir la máquina, “Es como sacarse 40 años de encima, estoy tan feliz de
encontrarme con gente y pasajeros que viajaban en esa época, con la misma
alegría y las mismas bromas de esos tiempo”, concluyó.
La actividad fue organizada por
la Municipalidad de Chiguayante, que extendió una invitación principalmente a
la tercera edad, brindándoles un paseo con historia y esparcimiento. Una vez en el tren, el viaje comenzó con
música a cargo de los músicos de la orquesta de cuerdas de Chiguayante, que
recorrió los carros deleitando a los viajeros, luego, los tradicionales
maquinistas relatando la historia ferroviaria y entre tanto, los tradicionales
vendedores de café, bebidas y dulces.
Erix Lagos Martínez, alcalde
subrogante de Chiguayante, informó que esta actividad “es muy significativa
para nosotros, porque los beneficiarios son adultos mayores y eso hace que sea
más gratificante este esfuerzo. Queremos
repetirlo, en un futuro próximo, es importante que ellos se sientan
entretenidos, valorados y respetados”, concluyó
Una vez en San Rosendo, la
historia se hizo patente en el museo de máquinas de la comuna para terminar con
un paseo al río Laja donde los más de 300 invitados tuvieron la oportunidad de
compartir una entretenida tarde de esparcimiento.