En 1995 se entregaron 29 edificios, con mil 320 departamentos. A los problemas constructivos, con filtración de aguas lluvias, se sumó el golpe final: el terremoto del 27 de febrero de 2010, que dejó gravemente dañadas las estructuras.
Desde esa fecha que el municipio, junto a los vecinos, venía solicitando que se demolieran todos los edificios. Y ahora, sí se ven avances en esta materia, aseguró el alcalde Antonio Rivas.
El jefe comunal explicó que “hubo una mesa donde se incorporaron los dirigentes del sector y ahora estamos con la nueva directora del Serviu para cumplir los plazos”, afirmó.
Agregó que “en Villa Futuro viven 765 familias, de las cuales 200 son de Chiguayante. Y por lo tanto el proyecto que vamos a comenzar a construir busca que haya un componente social y estructural, en el que la gente pueda ir viendo la solución de su problema habitacional”.
En total son 34 millones de pesos los invertidos por el Serviu para la demolición de estos dos bloques, con 48 departamentos.
Para Bárbara Orrego, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos y dirigente del sector, ya hay claros avances: “Estoy contentísima por este día, porque se ha hecho un trabajo y hemos visto como el gobierno está cumpliendo, porque este terreno lo teníamos casi perdido y ahora lo hemos recuperado para viviendas sociales”.
El alcalde Rivas concluyó diciendo que el municipio tiene cifradas sus esperanzas en que a más tardar el primer trimestre del próximo año comience la construcción de los primeros 300 departamentos, que permitan radicar a los vecinos en el sector, con viviendas de 58 metros cuadrados, áreas verdes y equipamiento comunitario.
